Claudia
Nacida en Santa Cruz de Tenerife en la década de los 80, transcurre su infancia y juventud en la isla hasta finalizar sus estudios de bachillerato.
En 2001 comienza la carrera de arquitectura superior en la ETSAM – Universidad Politécnica de Madrid.
En 2011, en búsqueda de nuevos retos, se traslada a Londres, y comienza a trabajar como arquitecto, desarrollando proyectos residenciales que abarcan desde la pequeña escala hasta otros más complejos y de gran magnitud como la biblioteca nacional de Bagdad, así como el desarrollo de masterplans en el área metropolitana.
Su trabajo comprende todas las etapas de diseño, desde la idea conceptual hasta los detalles constructivos e interiorismo, incluyendo el diseño del mobiliario.
En 2018, tras 7 años enriqueciéndose de distintas experiencias en Londres, decide volver a su tierra natal e iniciar una nueva etapa con el estudio de arquitectura Equipo Olivares, que fueron fuente de inspiración durante sus estudios.
En 2020, en una situación de crisis e incertidumbre global, que impacta de manera especial en el mundo de la arquitectura y la construcción, vira su atención al mundo de las artes plásticas y visuales.
Claudia decide entonces reinventarse, orientando su carrera profesional hacia campos más creativos, priorizando su lado más artístico e iniciándose en los collages digitales.
Funda su proyecto personal le cocolier, a pesar de que la artista continúa manteniendo un vínculo estrecho con la arquitectura, que le permite estar a su vez abierta a colaboraciones con estudios de arquitectura e interiorismo.
le cocolier
El concepto de le cocolier se inspira en imágenes que abarcan las décadas desde los años 30 hasta los 70 y que son su fuente de inspiración y punto de partida.
En su proceso creativo, la imagen comienza un proceso de transformación y deconstrucción que mantiene su esencia, pero a su vez nos transporta a otro universo distinto y sugerente, mezclando distintas texturas, estampados, materiales y otros elementos originales, que fusionan la elegancia y la esencia de lo antiguo, con la frescura e impacto de elementos de la naturaleza o iconos de la época moderna y el arte pop.
Se trata de un diálogo que Claudia mantiene con la esencia de esa imagen para crear un nuevo escenario que cobra vida con un estilo y sentido muy personales y orientados hacia otros terrenos profundamente inspiradores.